Terminé de leer la última novela de Michel Houellebecq: Aniquilación, que me pareció muy buena. Se tratan temas de la decadencia del cuerpo así como la muerte. Pero también tiene la promesa de la nueva vida. También el terrorismo y las conspiraciones entran en escena. La vida sofocantemente racional de Paul Raison, el juego mediático. La falta de respuestas a interrogantes fundamentales. En fin, es una novela ambiciosa, pretende abarcar la época presente.
La decadencia de la familia de Paul se muestra de manera evidente como decadencia de salud. La decadencia de la macroestructura solamente se sugiere: hay ataques terroristas que juegan con símbolos ocultistas. Es entonces, muy posmoderna, le da preferencia a la micro-narrativa pues la gran narrativa está perdida, o en el mejor de los casos es un caos incomprensible, oculto. Pero lo que sugiere entonces es que a la decadencia se le puede poner resistencia en lo micro, en la vida familiar de Paul, que sigue teniendo sentido. Me es desconocida la teoría de lo posmoderno así que no diré más.
Me recuerda, personalmente a un videojuego: Death Stranding. Ya que lo compararemos aquí con una novela es decir, literatura, surge la pregunta ¿Un videojuego puede ser arte? Diré al respecto que Death Stranding es una experiencia audiovisual interactiva de gran belleza estética, que hace reflexionar sobre la realidad política, sobre la situación existencial actual, que hace filosofar sobre la naturaleza, que tiene la participación de actores y directores hollywoodenses y que, también de paso, entretiene. Es una obra ambiciosa que podría llamarse ‘videojuego de autor’.
El videojuego hace reflexionar sobre las catástrofes de la naturaleza. Empieza con una gran catástrofe: el Death Stranding que condena a la humanidad a vivir bajo tierra. Hace que las personas al morir se conviertan en algo muy peligroso. Deja almas errantes en el exterior. El exterior se convierte en zona de mercenarios. En fin, un mundo en muy literal decadencia.
El resultado entonces es que la sociedad está completamente aislada, cada quién en su búnker, con su familia, si se tiene. No solamente están aislados físicamente, ni siquiera tienen internet. El objetivo del juego es reconectar la sociedad por medio de un internet avanzado.
En ambas obras se me hace evidente que el tema principal es plantear posibles formas de poner resistencia ante la decadencia de la megaestructura social. Como si lo social fuese un ser moribundo en una esfera psicológica-moral. Ante el estupor que causa una posible decadencia de la megaestructura, para la novela se resiste en las pequeñas estructuras familiares, que todavía tienen sentido. Sin embargo, la novela misma no nos da sosiego en este micromundo. No diré más porque es spoiler.
El videojuego nos invita a pensar en formas de reestablecimiento de estructuras más amplias. Es optimista del internet como medio socializante. Más allá de la familia, lo que busca son modos más amplios de coexistencia.
Probablemente las grandes narrativas ya no son posibles, sin embargo sí tiene sentido (y urgencia para nuestra supervivencia) pensar en nuevos modos de coexistencia. Hay problemas que tomar en cuenta:
Irreducibilidad de lo complejo.
Lo complejo es irreducible, muchas veces a lo simple. Ya sea por que se utiliza un lenguaje que lo imposibilita o porque no es posible entender un fenómeno de manera sencilla en ningún lenguaje.
Libre interpretación.
Las consignas concretas tienen una gran gama para interpretarse o mejor dicho, malinterpretarse.
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