Reírse de la Muerte

¿Es México un país occidental? A priori, parece que la respuesta es sí: está ubicado en el hemisferio occidental del mapa terrestre, se habla, en su gran mayoría, un idioma occidental y finalmente, la religión mayoritaria es asimismo occidental. Sin embargo, dado que la cultura mexicana también bebe del seno indígena hay ciertas concepciones fundamentales del mexicano que no encajan muy bien con las occidentales. En particular, la actitud ante la muerte es muy distinta. Uno puede verlo en una tradición mexicana que en primera instancia parece paradójica, incluso un poco macraba e incluso sádica: hacer y contar chistes sobre la muerte. Todo inscrito en el marco del día de muertos, que se celebra haciendo un altar a los seres queridos muertos. La tradición dice que ellos vuelven del más allá a visitarnos. Se les deja su comida preferida y agua, así como alguna otra cosa que les haya gustado en vida. Se dice que la comen extrayendo la escencia de la comida. Se pone así también la fotografía del ser querido. Pongo ejemplo de un altar.

Mi abuela es la reina del altar.

¿Qué no es la muerte algo que induce terror? ¿No debería respetarse, es decir, referirse a ella con el más alto cuidado? ¿Cómo puede no producir ansiedad y emociones negativas a los mexicanos? Citemos por ejemplo a Heidegger al respecto de la muerte como constitutiva del Dasein:

La muerte es la posibilidad de la radical imposibilidad de existir. La muerte se revela así como la posibilidad más propia, irrespectiva e insuperable.[…] Que esté entregado a su muerte y que, por consiguiente, la muerte forme parte del estar-en-el-mundo, es algo de lo que el Dasein no tiene inmediata y regularmente un saber expreso, ni menos aún teorético. La condición de arrojado en la muerte se le hace patente en la forma más originaria y penetrante en la disposición afectiva de la angustia. La angustia ante la muerte es angustia ante el más propio, irrespectivo e insuperable poder-ser.

M. Heidegger, Ser y Tiempo

Primero nos hace un bosquejo de cómo el Dasein (recuerde que es el nombre que le da al ser humano) constantemente está mas o menos conciente de la muerte. Después nos dice lo que el Dasein hace al respecto:

Lo <<debido>>, según el tácito decreto del uno, es la indiferente tranquilidad ante el <<hecho>> de que uno se muere. El cultivo de tal <<superior>> indiferencia enajena al Dasein de un más propio e irrespectivo poder-ser.

Tentación, tranquilización y alienación caracterizan empero el modo de ser de la caída. El cotidiano estar vuelto hacia la muerte es, en tanto que cadente, un continuo huir de ella. El estar vuelto hacia el fin tiene la modalidad de un esquivar este fin, dándole otro sentido, comprendiéndolo impropiamente y encubriéndolo.

M. Heidegger, Ser y Tiempo

Mi punto aquí es que lo que hace el ser occidental ante la cara de la muerte es angustiarse y esquivar pensar en ella. Recuerde aquí que Heidegger está hablando de la perspectiva de la muerte propia. Habla de cómo se constituye el Dasein.

Ante la perspectiva de la muerte, es mi parecer que lo que hace el ser mexicano es diferente a la concepción occidental expuesta por Heidegger. El mexicano en lugar de buscar la tranquilidad o esquivarla, buscando alguna manera solemne de ignorar la sombra de la muerte, se ríe de ella.

Parte de la tradición del día de muertos consiste en escribir versos sobre la muerte en tono cómico. Por ejemplo, una pequeña muestra de mi autoría:

La muerte en el parque

En un parque la muerte estaba caminando
oía mientras las aves cantar
A unas personas vio felices hablando
y quizo acercarse a escuchar

Contenta la muerte se estaba acercando
cuando un perro de lejos la veía llegar
'vámonos de aquí' dijo ladrando
el amo lo que decía su perro no podía captar

'No se preocupe, sólo estoy mirando'
al amo la muerte se acercó a aclarar
'Ay Dios mío', dijo el amo desmayando
cuando a la muerte pudo observar

Al poco rato el amo pudo despertar
La muerte se fue y su perro esperando

¿Cuál es el motivo de la risa? Yo creo que más que huir de la angustia, se busca atravesarla, aligerar la ominosa presencia de la calavera y buscar una naturalización. Es decir, la tranquilidad. Sin embargo el método es muy distinto que lo occidentalmente usual. El proceso en Heidegger siempre tiene una solemnidad esencial.

Sin embargo, hay otra risa de la muerte que ciertamente produce horror: la risa por la muerte ajena. Es la risa de quien realmente ha perdido toda empatía (o cuidado, en términos Heideggerianos) por el otro. Es la risa macabra. Una persona social que quiere congeniar con los demás no ríe de esta manera.

Se puede asímismo hablar explícitamente de otra persona, reírse de su muerte cuando en realidad se ríe de la muerte propia. La risa de la muerte mexicana o benigna siempre es una proyección de la propia muerte, en el sentido existencial antes expuesto. Aunque se trate de otra persona. Tengo dos argumentos para soportar esta tesis:

  • Al mexicano le cuesta diferenciarse existencialmente. Ya decía Octavio Paz en el ‘Laberinto de la Soledad’ que el mexicano vive en una soledad esencial. La otredad le es un concepto complicado. Por ende, al mexicano le cuesta trabajo diferenciar entre la muerte propia y la ajena.
  • El mexicano exterioriza su respeto y solemnidad hacia la muerte ajena. Lo hace cuando pone el altar de muertos. El significado del altar es que se recuerda y se respeta a los seres queridos que ya no están.

Simbólicamente el altar de muertos es muy poderoso: exterioriza el debido respeto a la muerte ajena y libera así al mexicano de la ominosidad de dicha muerte. Así pues, lo único que le queda es su propia muerte. Para poder sobrellevarla, la aligera. Esto muestra la necesidad de ligereza en la vida del mexicano y creo yo, del ser humano en general.

En resumen, los muertos tienen su altar, la risa es de los vivos. Se ríe de la propia muerte para poder vivir.

Finalmente, una brillante frase que me dijo un amigo: ¿No demuestra la tradición del día de muertos que la comida mexicana es la mejor del mundo? En efecto, es tan buena que trae a los muertos de ultratumba para comer.


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2 responses to “Reírse de la Muerte”

  1. Mayte Vargas Avatar
    Mayte Vargas

    Me gusto mucho tu redacción sobre la Muerte, la puedo entender un poco más, gracias. !!!

    1. estebanmv Avatar

      ¡De nada! También hay otras cosas interesantes en el blog ;).

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